Los niños de Smara tratan de correr al lado de los maratonianos. Los siguen a apenas
Esta mañana, temprano, a eso de las 6, la comitiva se pondrá en marcha para desayunar. Una hora después, viejos autocares de línea, cedidos por el Ayuntamiento de Bilbao, conducirán a los más de 1.000 participantes hasta la ciudad de El Aiyun. No es el genuino Aiyun, la capital del Sáhara Occidental, sino un campamento, convertido en ciudad, que los refugiados han bautizado con el nombre de la localidad original. De allí partirá el maratón. Atletas de 27 países, llegados en vuelos chárteres y regulares, desde lugares tan lejanos de esta parte del Magreb como Japón o Australia. A ellos se les unirán los mejores fondistas argelinos. Todos rezarán, cada uno a sus dioses, para que no se desencadene la tormenta del desierto, sobre todo de mitad en adelante, cuando aparecen las dunas, cuando las zapatillas se clavan en la arena.
Y también concurrirán atletas locales; saharauis que nunca se perderán por esta parte del desierto, bajo la atenta mirada de los puestos de vigilancia de los soldados del Frente Polisario. Tienen sus tiendas y vigilan que no se cuelen intrusos en esta franja de territorio, fronterizo con el Sáhara Occidental y con Mauritania, una zona árida que el Gobierno de Argelia cedió a los casi 200.000 saharauis que huyeron de su país tras la famosa Marcha Verde marroquí. Hace 35 años que viven aquí y 10 que reciben durante una semana de febrero a los participantes en el Sáhara Maratón.
Año de récord
«Este año hemos batido todos los récords», explica Diego Muñoz, un enamorado del atletismo (es uno de los organizadores de la famosa San Silvestre Vallecana) y que desde hace ocho se ocupa del Sáhara Maratón. «Cuando vine aquí por primera vez me enamoré del desierto. Les dije a los organizadores si querían un poquito de ayuda. Y este año hemos fletado dos aviones desde Madrid para 550 personas. Otros ha n llegado en vuelos regulares y hasta en coche. Lo importante es hacer ruido a nivel internacional para que las oenegés y los gobiernos de Europa tomen conciencia de la dramática situación de esta gente».
Los participantes, que permanecen una semana en estos territorios, pagan 800 euros por el viaje y conviven en jaimas con familias saharauis, cada una de las cuales recibe comida de la organización y cinco euros por persona y día. Gracias al atletismo podrán vivir muchas semanas con el dinero recaudado. Y quizá en el futuro surja entre los chavales saharauis algún maratoniano de postín que imite a los atletas que hoy lucharán contra la crueldad del Sáhara
Este Bloc esta creado por los jóvenes saharauis que residen en Canarias, concreta mente en Gran Canaria. Queremos que nuestro pueblo nunca quede en el olvido y por tanto de esta manera estamos colaborando a que usted esten informando de lo que sucede en nuestro país. Juntos venceremos, difunde y globalizaremos.
``POR NUESTRA SANGRE NO CORRE HEMOGLOBINAS, CORRE POLISARINA´´
martes, 23 de febrero de 2010
La carrera más solidaria
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